viernes, 21 de febrero de 2014

Sorpresa palladiana en el Château d'Écouen

A veces, cuando visitas un museo, te llevas sorpresas, como encontrar una obra que no esperabas ver en dicho museo. Es lo que me pasó al visitar el Château d'Écouen en Francia, actual Museo del Renacimiento.
Justo cuando ya estaba cansada de visitar todas las estancias decidí echar un vistazo rápido a la biblioteca antes de irme. Dicho sea de paso, la biblioteca se encuentra en una de las torres del château, lo cual me recordó a la increíble y genial biblioteca que aparece en el palacio de "La Bella y la Bestia" de Disney.
Allí encontré una edición del I quattro libri dell'architettura de Andrea Palladio. Ya sé que es una tontería pero me hizo ilusión. Sin quererlo me salió una sonrisa típica de cuando un niño ve a lo lejos la silueta de una montaña rusa o una noria. Y es simplemente por eso por lo que esta experiencia se merecía un post en 'Limatesa y Limahoya'.

Aquí tenéis el libro de Palladio en su versión italiana.

© Carmen Valtierra de Luis

También tenían el Libri D'Architettura de Sebastiano Serlio (aquí abajo).

© Carmen Valtierra de Luis

Llamadme ignorante pero a los dos arquitectos renacentistas franceses de a continuación no los conocía. La imagen siguiente corresponde al libro L'Architecture de Philibert de l'Orme.

© Carmen Valtierra de Luis

Y la siguiente imagen pertenece al libro Architecture del francés Jacques Androuet du Cerceau.

© Carmen Valtierra de Luis

Siempre se aprende algo nuevo. Aquí os dejo algunas imágenes del Château d'Écouen.

© Carmen Valtierra de Luis

© Carmen Valtierra de Luis

© Carmen Valtierra de Luis

© Carmen Valtierra de Luis

Carmen Valtierra de Luis (@Carmen_Valti - @Limahoya)

martes, 18 de febrero de 2014

¿Por qué el uso de Digicode?

El Digicode es el sistema de cerradura electrónica que se utiliza en París y en general en Francia. Consiste en un código numérico que se marca en un teclado que hace las veces de portero electrónico. Su función es limitar el acceso a las zonas comunes de los edificios de apartamentos aunque también se utiliza en edificios de oficinas y de otros usos. En algunos establecimientos de comida rápida se usa el mismo sistema para la entrada a los aseos de manera que sólo los clientes pueden usarlos, ya que el código aparece escrito junto al ticket de caja. El Digicode también se usa para limitar el acceso a ciertas estancias que requieren una mayor seguridad, como por ejemplo las cámaras de los bancos que contienen las cajas fuertes.

Digicode de París
Fuente: Wikipedia Commons

¿Por qué escribo sobre el Digicode?

Por pura curiosidad.
El sistema de Digicode es una de las cosas que más llama la atención a los extranjeros que van a vivir a París. Normalmente, estamos acostumbrados a tener dos llaves, una para la puerta principal del portal y otra para la puerta de tu apartamento. Sin embargo en París, la llave de la puerta del portal se ha convertido en un código que debes recordar. A veces incluso debes recordar más de un código para poder acceder a tu propia casa. En la tipología residencial parisina es normal tener que atravesar diferentes patios interiores consecutivos hasta llegar a la puerta de acceso a tu bloque de apartamentos, eso quiere decir que hay distintos Digicodes para cada entrada que deberás memorizar.

Como este sistema electrónico no me convence he preguntado a los propios ciudadanos el por qué de su uso generalizado; su principal respuesta ha sido que se debe a motivos de seguridad. Pero esa razón sigue sin convencerme porque al final un gran número de personas acaban por saber el Digicode de tu edificio. Por ejemplo, el cartero debe conocer el código de cada inmueble para poder repartir el correo en los buzones, ya que éstos se encuentran en las zonas comunes. Cuando realizas un pedido en el supermercado tienes que rellenar una casilla con tu Digicode para que los repartidores puedan llevarte la compra a casa. En general las compañías de gas, agua, luz, etc, también conocen el código de tu inmueble. Y, evidentemente, si organizas una velada o si invitas a alguien has de adjuntar tu código numérico en la invitación. De hecho, si tus invitados no recuerdan el código y casualmente no tienen batería en el teléfono para llamarte... no hay manera de poder comunicarse contigo aunque estén esperando en la calle frente al portal de tu casa. En la escena descrita anteriormente yo fue el invitado y creedme, es así.
Como seguía sin encontrar razones convincentes para el uso del Digicode fui directamente a la web de la empresa que los fabrica y en uno de sus vídeos publicitarios alegan como razón el hecho de que así no puedes cometer el error de olvidarte las llaves dentro de casa porque el código está en tu cabeza. Pero aún así puedes olvidarte las llaves de tu apartamento. La única ventaja sería el poder entrar a las zonas comunes y esperar al resguardo del frío a que llegue el cerrajero para que abra la puerta de tu piso.
Otra desventaja que veo: ¿Qué pasa si se te olvida tu propio Digicode?. No sé, es una situación atípica, pero con tantas cifras en la cabeza puede pasar y sobre todo durante los primero días después de que cambien el código (esto se hace por motivos de seguridad pero en muchos edificios no se cambia con a frecuencia necesaria o simplemente no se cambia). Por no hablar del hecho de volver a casa después de haber tomado unas cervezas. El humorista Marc Jolivet lo explica en su monólogo (en francés).
Para todos estos casos los smartphones se han convertido en la mejor solución para almacenar listas interminables con los Digicode de tus contactos.
Investigando sobre la historia del Digicode encontré un dato muy curioso. Resulta que su inventor es francés. Esto avala mi idea de que el uso generalizado del Digicode se debe a un factor cultural y social más que a una razón técnica, de seguridad o de comodidad.

Bob Carrière inventó el Digicode y en 1970 registró su patente. Al parecer la idea se le ocurrió mientras veía un episodio de la serie de dibujos animados Popeye donde un chef de cocina guardaba su cerveza en el frigorífico cerrando la puerta mediante una cerradura que se activaba marcando el número correcto en el teléfono que había sobre el frigorífico.
Bob tuvo la genial idea de aplicar este sistema a las entradas de los edificios. Me fascina pensar en cómo un invento así tiene una repercusión tan importante en el diseño urbano,en el diseño arquitectónico y en la vida cotidiana. Seguro que Elzie Crisler Segar, el creador de Popeye, nunca se imaginó esta historia.


Carmen Valtierra de Luis (@Carmen_Valti - @Limahoya)

Otros artículos de interés:
- Dolcecity (en español) 
- Pour la Science (en francés) 

sábado, 8 de febrero de 2014

EYE Film Institute, un icono en el norte de Amsterdam

El EYE Film Institute es un museo dedicado al séptimo arte. Está en Amsterdam, junto al río, en la zona Norte de la ciudad, una zona en pleno desarrollo.
En realidad este edificio no me interesa especialmente, no considero que en su conjunto sea un proyecto interesante, pero sí me llama la atención  su papel como nuevo icono urbano para Amsterdam.
El proyecto pertenece al estudio vienés Delugan Meissl. Durante su construcción tuvieron diversas disputas con el cliente al no ponerse de acuerdo en aspectos básicos en el diseño del edificio.
El programa contiene cuatro salas de proyección, que según me han dicho (al final no asistí a ninguna de sus proyecciones), no tienen nada espectacular que no tenga un cine convencional. Al tratarse de un museo dedicado al cine supongo que la gente se esperaría algo diferente.
El resto del programa lo componen los espacios para exposiciones, biblioteca, talleres, tienda, cafetería y terraza. El espacio reservado para exposiciones es escaso y da la sensación de ser un espacio residual dentro del programa. Sin embargo la zona que corresponde a la cafetería es magnífica. Es muy amplia, con diferentes niveles accesibles mediante gradas y escaleras, y desde la cual se aprecia una panorámica de la estación de tren Amsterdam Centraal Station con al ciudad de fondo.

El EYE es ahora un nuevo icono para Amsterdam, de hecho, es uno de los lugares de la ciudad en donde puedes encontrar las famosas letras "I Amsterdam". Se trata de un hot point o punto de encuentro que pretende atraer un flujo importante de personas para poner de manifiesto que Amsterdam no se acaba en la Estación Central con el río como frontera, sino que continúa más allá, donde el EYE te da la bienvenida.
Quizá no te interese el cine pero tomarte un café mientras ves a los barcos pasar con la ciudad de fondo siempre gusta, ¿no? y precisamente esa pueda ser la razón por la que en el programa, el espacio de cafetería sea incluso más importante que el propio espacio dedicado a museo.


© Carmen Valtierra de Luis

© Carmen Valtierra de Luis

© Carmen Valtierra de Luis

© Carmen Valtierra de Luis

© Carmen Valtierra de Luis

Las lámparas son Starbrick, diseño de Olafur Eliasson.

© Carmen Valtierra de Luis

© Carmen Valtierra de Luis

Mi anécdota personal.

Si normalmente trabajáis con AutoCAD seguro que alguna vez os habrá entrado la estúpida tentación de querer utilizar el comando 'cortar/alargar' para cortar y unir las losas del pavimento mientras estáis andando sobre él. Hablo de la vida real, no del ordenador. Algunos me habéis contado alguna vez que eso mismo os pasa con los azulejos del baño, que querríais utilizar el comando 'R-R/enter-enter' para cortar las juntas entre azulejo y azulejo. Bueno pues algo parecido me pasó desde el primer momento que vi el EYE Film Institute allá a lo lejos desde el ferry... pero esta vez el troll no fue AutoCAD sino Photoshop. A día de hoy aún quiero "borrar" ESA ventana en la fachada, LA ventana. La veis, ¿no?


© Carmen Valtierra de Luis

Para más información podéis visitar:
Carmen Valtierra de Luis (@Carmen_Valti - @Limahoya)